lunes, 23 de enero de 2017

Sábado 14/01/2017

Hemos empezado el año con mucho frío pero este fin de semana nos hemos abrigado bien y hemos salido a disfrutar de una de nuestras rutas. Una hora y media de diversión que seguro los que la disfrutaron querrán repetir. Aquí os dejamos algunas de las fotos de nuestra bonita aventura...



          

jueves, 12 de enero de 2017

Las patas de mi caballo

Una de las partes más importantes de los caballos son sus patas ya que estas aguantan todo el peso de nuestro animal y por este motivo existen varios tipos de protectores y de vendajes para proteger esta zona.

Hay que pensar que nosotros le pedimos al caballo que realice unos movimientos que si estuviera en libertad no realizaría como trabajar en círculos pequeños, caminar de lado o saltar una combinación de vallas. Todos este tipo de movimientos aumentan de forma considerable las posibilidades de que el caballo se caiga o dé un traspiés. Además los caballos calzados son más propensos a hacerse daño en sus patas, por eso es recomendable ser precavido y proteger las patas de nuestro caballo antes de realizar cualquier salida, independientemente de cual sea la actividad que se vaya a realizar.

En función de la tarea que vayamos a realizar con nuestro caballo podemos elegir entre los protectores o los vendajes:

Los vendajes ofrecen más aguante ya que se adaptan mejor a la pata, pero tienen la desventaja de que se requiere un alto grado de práctica para ponerlos correctamente y si no se colocan adecuadamente podemos ocasionarle algún daño al animal aunque si que es cierto que para un ejercicio diario es más recomendable el uso de protectores ya que son más fáciles de colocar y de limpiar.

Sobre el material del cual deberían estar realizados podemos comentar que antiguamente sólo se utilizaba piel, pero actualmente se emplean una gran variedad de materiales sintéticos como el plástico y el neopreno de gran impacto, que tienen una alta capacidad de absorber los golpes y son cómodos de llevar y fáciles de limpiar. Además los fabricantes utilizan diversos tipos de forros que absorben los golpes, como el caucho o la piel de cordero y que se sujetan fácilmente con un velcro o cinta adhesiva.

Hay diferentes tipos de vendajes:

-Vendajes de ejercicio: están hechos de un material elástico para aguantar y proteger la zona del tendón durante el trabajo, pero que no restringe la flexión de la articulación. Con este tipo de vendaje se debe tener mucho cuidado de no apretar demasiado debido a su gran elasticidad. Un mal vendaje puede provocar daños duraderos a la pata. 

-Vendajes de cuadra o de descanso: se aplican igual que un vendaje veterinario o de primeros auxilios. Este tipo de vendaje es ancho y grueso, y proporciona aguante, calor y protección a las patas en la cuadra cuando el caballo tiene las patas cansada de trabajar. Este vendaje también puede utilizarse durante el transporte y cubre toda la parte inferior de la pata, desde abajo de la rodilla o corvejón hasta la corona. 

-Vendajes de cola: están realizados con un material elástico muy similar al material del vendaje de ejercicio, y se utilizan para suavizar la parte superior de la cola y protegerla del roce y así evitar posibles heridas que pueden producirse durante los viajes. A la hora de la colocación, es importante que no estén demasiado apretados ni que se dejen puesto durante mucho tiempo.

martes, 10 de enero de 2017

Una manta para mi caballo

En el invierno, los caballos fuertes y con un buen pelaje o los caballos más jóvenes que están en buenas condiciones físicas, bien alimentados y con un resguardo adecuado, crean su propia capa protectora mucho más útil que cualquier manta.

En el caso de que estemos hablando de caballos de una raza más fina o de caballos de pura raza necesitan estar bien protegidos desde el otoño hasta que acaba el invierno si se quiere mantener el buen estado del animal hasta la primavera. Los caballos ancianos notan más el frío y, por tanto, necesitará de la ayuda de una manta.

En la fabricación de vestimenta para el caballo se emplea una gran variedad de materiales. Los más baratos y básicos son la lona y el yute, sin embargo existen otros tipos de materiales y el uso de unos u otros depende del uso que queramos dar a la manta.

La mayoría de las mantas se sujetan mediante clips de pecho o sujeciones de velcro en la parte delantera del pecho. Además, las mantas también poseen de unos cinturones que van sujetos desde el extremo inferior rodeando la barriga hasta el lado opuesto. En el mercado podemos ver que también existen algunos modelos de mantas de exterior que tienen correas de patas traseras que aseguran la sujeción de la parte trasera de la manta y evitar que se gire.


Para saber qué medida de manta hemos de escoger, debemos tomar medidas a nuestro caballo desde el centro del pecho, rodeando el cuerpo, hasta la parte posterior de los cuartos traseros, donde la manta termina. Algunos fabricantes tienen otra medida distinta, que va desde la cruz hasta la parte superior de la cola, por lo que deberemos saber qué tipo de medida utiliza el fabricante de la manta que queremos comprar. A parte de conocer la longitud de la manta, es necesario asegurarse de que la profundidad es suficiente como para cubrir la barriga.

Algunos caballos pueden tener una reacción negativa ante la manta, ya sea por una experiencia negativa o por que desconocen qué es. Por eso es recomendable ir poco a poco y dejar que nuestro animal vaya reconociendo dicha prenda dejando que la huela y comprobando por él mismo que no hay ningún tipo de peligro, Esta presentación puede tardar desde unos minutos a varios días dependiendo de la reacción del caballo.

jueves, 5 de enero de 2017

Consejos a la hora de comprar un caballo

Si estás pensando en la posibilidad de comprar un caballo hay que tener en cuenta antes de hacerlo unos cuantos consejos. Primeramente hay que pensar que un caballo es uno de los animales más costosos que se puedan tener y luego hay que tener en cuenta que hay que contar con todo el equipo necesario para la monta, la alimentación así como de las instalaciones y su mantenimiento. Por lo tanto no hay que precipitarse en esa decisión y lo mejor que podemos hacer es tomarnos el tiempo necesario  para elegir el ejemplar adecuado para nuestras exigencias y sobre todo cuáles son las posibilidades con las que contamos.

Puedes ir a visitar varios ejemplares pero tampoco es necesario pasarse la vida buscando. El mejor sitio para la compra de un caballo es ir directamente a un criador ya que ellos tienen avalada una reputación que no querrán perder por una mala venta. Si por el contrario decides realizar la compra en un particular infórmate de los motivos por los cuales el dueño quiere deshacerse del animal, aunque yo te recomiendo que si lo que quieres es un caballo tranquilo y obediente lo ideal es ir a una hípica. (Yo no recomiendo las ferias ya que como no vayas con alguien que entienda te pueden engañar).

Cuando ya tengas decidido con qué caballo te vas a quedar, es recomendable que un veterinario le realice un reconocimiento ya que estos suelen ser muy completos y te darán un diagnóstico diciéndote en qué condiciones está el animal y así evitar realizar una compra que en un futuro nos pueda acarrear algún tipo de problemas.

En cuanto al precio depende mucho de los años del caballo, si está domado o no y, por supuesto, de su raza.